Hablamos continuamente de introducir las nuevas tecnologías en el aula como herramienta de aprendizaje, pero ¿conocemos realmente el potencial que podemos sacar de ellas o es sólo que las consideramos algo cool y queremos ser los más modernos de la zona?
Como ya hemos comentado en alguna entrada anterior, no se trata únicamente de “modernizar” o “tecnologizar” los centros educativos porque sí, sino de hacerlo con un fin. Está comprobado que los niños incorporan mejor los conocimientos a través del juego, fomentando la motivación, la curiosidad, la imaginación, la experimentación… ¿por qué no aprovecharnos de ello?
Las nuevas tecnologías y la metodología pedagógica que llevan implícitas. Además de estar de moda, nos pueden ofrecer muchas ventajas frente a los métodos de aprendizaje tradicionales. Las TIC de las que disponemos hoy en día son muchas y variadas pero hoy queremos hablaros de los beneficios de introducir la robótica en el aula.
La robótica fomenta la imaginación del alumno, despierta sus inquietudes, aviva su motivación y, en definitiva, le ayuda a comprender mejor cómo funciona el mundo que le rodea. Ofrece la oportunidad a cada niño de convertirse en un “pequeño gran” ingeniero, investigador, analista, diseñador, emprendedor…, en todo un maker. Integra diversas áreas de conocimiento (denominadas STEM), como son las matemáticas, la física, la electrónica, la mecánica y la informática, lo que la convierte en una buena herramienta para la enseñanza.
Además el aprendizaje experiencial que ofrece el diseño y montaje de un robot es muy significativo permitiendo a los alumnos entrar en contacto directo con las nuevas tecnologías y comprobar que lo que aprenden en clase es útil y necesario para desempeñar el trabajo profesional futuro de forma competente y eficaz. También permite un aprendizaje interdisciplinar, que puede estar basado en problemas, donde el alumno pasa de sujeto pasivo a sujeto activo, o basado en proyectos, gracias a los cuales desarrollan la capacidad de extrapolar lo que ocurre en el aula y aplicarlo en su vida cotidiana.
La robótica educativa también tiene la capacidad de facilitar la labor del docente ayudándole a materializar aquellos conceptos que pueden ser confusos o abstractos para la mente de un niño, permitiendo el trabajo en equipo, favoreciendo en sus alumnos el desarrollo de sus propias ideas y la capacidad de hacerlas realidad. A través de la robótica, el docente incentiva la participación del grupo en el aula y motiva a cada uno de los niños a seguir aprendiendo, a seguir creciendo.
Para introducir esta herramienta en el aula y obtener un aprovechamiento óptimo, es necesaria la formación previa del profesorado. Lo bueno es que cualquier profesional puede aprender, no es necesario tener unos conocimientos previos de ingeniería, electrónica o informática, sino que mediante talleres y cursos se puede aprender a enseñar robótica, entre otras herramientas similares.
Desde Casti.io te ofrecemos workshops específicos de formación al profesorado (W-Teach) y de experimentación para el alumnado (W-Play) con el fin de facilitaros el acceso a este apasionante mundo.
Si estás interesado y necesitas más información puedes leer la entrada “¿Te apuntas a un Workshop?” o escribir directamente a nuestro correo electrónico que encontrarás en el apartado de contacto. Anímate y apúntate a la “enseñanza experiencial”.
“El niño no es una botella que hay llenar, sino un fuego que es preciso encender” (Michel de Montaigne).